EL CICLO PHVA EN LA VIDA DIARIA

Actualmente existen alrededor del mundo miles de Organizaciones que han decidido adoptar como modelo de gestión, el estándar internacional Norma ISO 9001:2015, la cual se convierte en uno de los principales referentes actuales en términos de Sistemas de Gestión de Calidad, para gestionar la mejora continua de los procesos. 

Esta Norma Internacional incorpora el ciclo Planificar-Hacer-Verificar-Actuar (PHVA), aplicable a todo tipo de Organizaciones, el cual permite a una Organización gestionar que sus procesos cuenten con los recursos necesarios, así como identificar las oportunidades de mejora y actuar en consecuencia.

Así, conociendo la gran utilidad que tiene el Ciclo PHVA para las Organizaciones, podemos identificar que dicho ciclo proporcionaría también una gran utilidad para las personas que decidan vivir el día a día, aplicando estas cuatro etapas en todo lo que realizan, de la siguiente manera:

PLANEAR

Porque ¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla? Lucas 14:28 RVR. Todos los días tomamos decisiones, algunos días se toman unas más complejas que otras, pero siempre debemos decidir qué hacer sobre algo. Qué importante es que podamos pensar antes de ejecutar cualquier actividad, por sencilla que sea, si ésta es conveniente o no, cuál es la mejor manera de hacerlo y por supuesto, determinar las consecuencias que traerá para nuestra vida y la de los demás, pues al hacer esto, podemos determinar proceder al siguiente paso o desistir de hacerlo. El hecho de hacer esto cada día, nos evitará hacer cosas que no “agregan valor” a nuestra vida.

HACER

El perezoso desea mucho pero obtiene poco; el que trabaja obtendrá todo lo que desea. Proverbios 13:4 NBV. Es importante que no nos quedemos sólo en planeación, sino que podamos siempre actuar con base en lo que hemos planeado. Perderíamos el tiempo si realizamos una planeación, un análisis de nuestras actividades, para después no actuar o no hacerlo conforme a ella. Siempre se obtienen mejores resultados cuando se actúa con base en una planeación, que cuando se actúa sin tener una hoja de ruta qué seguir, yendo como barco a la deriva.

VERIFICAR

Lámpara es a mis pies tu palabra y lumbrera a mi camino. Salmos 119:105 RVR. Toda planeación puede ser susceptible de cambios, por eso cobra gran importancia que podamos verificar a medida que hacemos nuestras actividades o desarrollamos nuestros proyectos, que no nos desviemos sin justificación o sin propósito, de aquello que hemos planeado y que con seguridad nos permitirá cumplir con los objetivos propuestos, de la mejor manera. Esto no quiere decir que no podamos hacer cambios en nuestros planes, sino que es necesario que dichos cambios sean dirigidos por Dios y no nos desvíen de cumplir el propósito que en Él nos hemos trazado.

ACTUAR

Olvidando ciertamente lo que queda atrás y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. Filipenses 3:13-14 RVR. Una vez hayamos verificado si estamos obrando según lo planeado, cuando identifiquemos que nos estamos desviando del cumplimiento del propósito que nos hemos trazado, es importante que podamos tomar medidas en el asunto. No importa si en algún momento nuestras acciones no han sido las correctas, si hemos tomado las decisiones equivocadas, con la ayuda de Dios, sí es posible retomar el camino correcto.

Siguiendo estas cuatro etapas en el desarrollo de nuestras actividades y proyectos, podemos asegurar trabajar con propósito para el cumplimiento de las metas, ajustar lo que se requiera cuando se presenten fallas y avanzar sin desmayar hasta lograr lo que nos hemos propuesto con la dirección de Dios. 

Autor: Jenny Ximena Núñez 

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